Y sumaron otro capítulo lleno de emoción…
Hola chicos! Cómo ha ido el finde? Habéis empezado con alegría la semana? Nosotros aún estamos con el subidón, después del cumple del mejor papi avellanero del mundo mundial, por eso hoy os traemos una preciosa y romántica boda de este pasado verano que no nos cansamos de recordar, la boda de Ester y Javi.
Cuando nos visitaron por primera vez estaba claro que el LOVE estaba en el aire. Sus miradas de complicidad, sus gestos y sus sonrisas los delataban. En nuestro primer encuentro hablamos de bodas, no bodas, animales, viajes y mil cosas más! (Ya sabéis lo poco que me gusta hablar a mí… XD.) Pasamos un gran rato, e incluso Ester, como súper veterinaria en acción que es, nos ayudó con un problemilla que tenía nuestro adorado Hugo!
Así que ante esta situación, la boda no podía ser más emocionante y con los sentimientos más a flor de piel. -«Experimentamos un millón de sensaciones ese día pero nos quedamos con la más especial y es que nos sentíamos tremendamente tranquilos y felices en todo momento, no nos quitamos la sonrisa ni un minuto.»- Claro que sí Javi! Doy fe que así fue y que cayeron muchas lágrimas de esas bonitas… ¿verdad Ester?
La ceremonia se celebró en el Rincón de la Virgen. Los tonos naranjas, amarillos y verdes eran presentes por todas partes. Flores y naturaleza y ese toque rústico que tanto les gustaba. Fue una ceremonia de lo más tierna y sincera. Todo el mundo se volcó un montón. Las palabras de sus familiares emocionaron a todos e incluso hubo música en directo por parte de los amigos de los novios, que interpretaron lo que sería la banda sonora de la boda: «2000 razones«, un homenaje a los 2000 km de distancia que les habían separado durante 2 años.
-«Mirábamos delante nuestro y allí estaban los nuestros, la mayoría con lágrimas en los ojos. ¡Qué acertada la pizarra junto a los pañuelos de papel Para las lágrimas de felicidad!«- Recuerda Ester emocionada.
Para el guestbook nos inspiramos en su «nidito de amor». Ester y Javi siempre iban con su tienda de campaña Quechua, mantita y fogón en el coche, dispuestos a escaparse donde fuese y desconectar aunque fuera por unas horas. De este modo recreamos ese espacio que para ellos era especial y que a nosotros, como anécdota, nos encandiló. Algunos invitados incluso acabaron dentro de la tienda!
El sitting era a todo color! Pintamos libros de color verde y naranja, y cada libro representaba un «capítulo» importante en los más de 10 años de la romántica historia de la pareja. La sala también estaba decorada con las mismas tonalidades naranjas y verdes y sobretodo con un montón de flores.
Horas y horas de risas, emociones, lágrimas de felicidad (muchas!!!), sorpresas, bailes y sobretodo mucho LOVE. Todo este subidón de emociones, auguraba una emotiva despedida al día siguiente, pero me quedo con estas palabras de Ester y que pueden aplicarse a tantas y tantas parejas que han pasado por aquí: -“Una vez termine la boda, no estéis tristes, porque en la Avellana no existen las despedidas, si no un hasta pronto-.» Por supuesto, aquí os esperamos a todos con los brazos bien abiertos!
Espero que os haya encantado esta boda tanto como a nosotros participar en ella, sed felices y un súper abrazo! Feliz semana!
Fecha de la boda: Junio 2015
Catering: Cal Blay
Fotografía: Kepa Fuentes
Ramo, corona y clips: 5 Floristería mood shop
Vestido de Novia: Otaduy
Traje de Novio: Julián Adrados
Alianzas: Oro Vivo
Detalle para los invitados: Donación Greenpeace
Maquillaje: Rebeca Torres
Música en vivo: María, Antón y Rubén
Decoración: L’Avellana