El gran pasillo de entrada envuelve a los visitantes en el mundo de magia que se van a encontrar. Manteniendo al máximo la esencia de la antigua masía, este hall de entrada es muy especial sobre todo porque atraviesa la masía de un lado al otro y da acceso por sus antiguos portones a diferentes espacios. Lo preside una gran antigua lámpara de gotas de crias de una iglesia romana, herencia de la abuela italiana de Massimo.